sábado, 22 de febrero de 2020

¡Los aros olímpicos han desaparecido! - escape/breakout

Este año hemos celebrado la Semana Cultural con la temática Tokio 2020 y para acabar la semana no se me ocurrió mejor manera de hacerlo que con un escape room, breakout o como queráis llamarlo jaja.

El objetivo del escape (a mí me gusta llamarlo así aunque el objetivo no sea salir de la habitación) era encontrar los aros olímpicos pues habían desaparecido.

Para comenzar y crear intriga entraban en el aula, con la orden de no poder tocar nada, y se encontraban en las mesas un mensaje "top secret", una carpeta cerrada con un candado de 4 dígitos y un símbolo de un deporte que por detrás tenía un trozo de papel charol rojo y la palabra "úsame".


Cuando ya todos los alumnos estaban sentados veían un trailer creado con IMovie donde les explicaba lo ocurrido. Una vez visualizado podían abrir el mensaje que tenían individualmente delante de ellos. Se trataba de una sopa de letras con palabras relacionadas con las figuras planas. Al encontrar todas, algunas letras quedaban sueltas y esas les formaba una palabra. Había cinco sopas de letras diferentes que daban cinco palabras distintas, cinco deportes, que servían para formar los grupos pues cada uno debía dirigirse a la mesa donde estaba el pictograma con su deporte.


Una vez allí, se miraban con cara de "¿y ahora qué?". Mi única frase fue que debían fijarse en los detalles. Así que unos comenzaron a levantarse y a acercarse a las imágenes de sus deportes que había colocadas por el aula. Empezaron a cogerlos y a darse cuenta de que tenían cosas por detrás. Cada grupo debía coger 5 imágenes y mirar los dibujos que tenían (un dado rojo con una cifra, un dado azul con otra cifra, un dado verde con otra cifra, una x y un 5). Debían colocar los números de tal manera que creara una multiplicación cuyo resultado sería el código para abrir el candado de cuatro cifras que cerraba la carpeta situada en la mesa.


Una vez abierta la carpeta hallaban una hoja, aparentemente, en blanco con un pequeño símbolo en la parte inferior y un mensaje encriptado en rojo (realmente no sé como llamarlo jajaj es ese al que le debes colocar un filtro rojo para poder leerlos). Los he usado mucho en los escapes porque les encanta. En otras ocasiones los he creado yo escribiendo a lápiz muy suave y pintando con bolígrafo rojo por encima pero esta vez he usado el creador de https://eduescaperoom.com/codificador-de-colores/


Cuando leían el mensaje, pues el filtro rojo lo tenían colocado en el cartel del deporte, les decía que miraran debajo de la silla. Ahí encontraban el rotulador con el mismo símbolo que la hoja "en blanco".


Para hacer el mensaje usé unos rotuladores (que ya existían cuando yo era pequeña) que pintabas, cogiendo de ejemplo el de la foto, de negro y luego al pasar uno blanco que venía en la caja cambiaba a rosa. Lo que hice fue escribir el mensaje usando directamente el blanco, al ellos colorear la hoja les aparecía el texto.


El mensaje les daba una ubicación de la clase donde encontraban una caja cerrada con un candado de tres dígitos y un dibujo de los distintos saludos japoneses que habíamos estado trabajando durante la semana. Debían sumar la inclinación de los grados para saber la combinación. Dentro de la caja encontraban un crucigrama que al completarlo y leer las letras en gris les daba un lugar.


 En ese lugar era donde estaba una parte de nuestro aro olímpico pues este escape lo realizamos las cuatro clases del nivel a la vez teniendo que buscar cada uno de nosotros un aro, que estaban escondidos debajo de la mesa de otro profesor.

Una vez tuvieron todos los grupos de mi aula su trozo de aro nos dirigimos al gimnasio a colocarlos y juntarnos con el resto.


Una vez pusimos los de las cuatro clases nos dimos cuenta de que faltaba uno. A nuestro alrededor había muchos globos de los distintos colores de los aros que habíamos conseguido.



Se les ocurrió que quizás debíamos cogerlos o explotarlos. Y, efectivamente, cada clase explotó sus globos y dentro tenían diferentes letras y una tabla de transcripción japonesa, la misma que habíamos usado días antes en uno de los talleres. Al descifrar la palabra nos daba un lugar del patio donde, cada clase, encontró un trozo del último aro olímpico, devolviendo así los cinco.


3 comentarios: